En el corazón de Navalacruz, la tradición vuelve a cobrar vida cada Carnaval con la fiesta de los Harramachos. Esta celebración, rescatada por la comunidad, revive antiguos ritos llenos de carácter y color. Los Carátulas protegen a los niños, mientras los cencerros resuenan por el pueblo. La Vaquilla, fiel a su papel, sigue su juego pícaro antes de enfrentar su destino en la plaza. Entre el frío de la sierra y el calor de la gente, los mantos de lana y las máscaras cubren a los protagonistas de una tradición que, tras años de olvido, vuelve con fuerza y orgullo.